Nong Khiaw y sus paisajes de ensueño

Nong Khiaw es uno de esos pueblos que te sorprenden. De esos que, sin tener nada, tienen algo especial que te encandilan y hacen que te transportes a un cuento de hadas. Habíamos leído que era bonito pero no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar. Y fue bajar de la minivan y empezar a sentir que estábamos en otro mundo.

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Nong Khiaw nublado y soleado

CÓMO LLEGAR

Nong Khiaw está en el norte de Laos a 230 km al sudeste de Luang Namtha. No hay un autobús directo que una ambos lugares, así que tuvimos que hacer un cambio en Pakmong, a mitad de camino. Os habíamos dicho ya que Laos era bastante más caro que Tailandia ¿verdad? La regla de Tailandia de un 1€ por cada 100 km aquí ya no se cumple. El billete de Luang Namtha a Pakmong nos costó 100.000 kips (11,6€) por persona! Y tardamos 5 horas en llegar! Imagináos el estado de la carretera… había tramos sin asfaltar y la carretera estaba llena de curvas. Al llegar a Pakmong cogimos una mini van que por 25.000 kips (3€) nos llevó hasta nuestro destino final, Nong Khiaw. Fue gracioso porque, mientras esperábamos a que saliera la minivan, teníamos al lado a unos hombres jugando a las cartas y bebiendo cervezas. Y cuando llegó la hora de salir, ¿quién conducía? ¡Exacto! ¡¡El tío de las cervezas!! No sabemos cuántas cervezas se había bebido pero nosotros rezamos porque hubiera sido sólo una…

Aunque el viaje fue muy largo se nos hizo bastante ameno mirando por la ventanilla. El norte de Laos tiene unos paisajes de esos que nunca te cansas de mirar. Tienen un color verde intenso que te hipnotizan. De vez en cuando pasas por una aldea y ves a algunos chiquillos corretear, otros que van o vienen del cole con sus mochilas por la orilla de la carretera, a una gallina que se cruza, un perro que duerme en medio de la carretera y el conductor tiene que frenar…Así que sí, el viaje fue muy entretenido!

QUÉ HICIMOS

En Nong Khiaw no se puede hacer mucho más que pasear y contemplar el hermoso lugar en el que se encuentra.

1. PASEAR POR EL PUEBLO

Es un pueblo pequeñito, con sólo un par de calles asfaltadas. Está situado en medio de unas altas montañas calizas atravesadas por el río Nam Ou. Para cruzar de un lado a otro del río hay un enorme puente de cemento. A un lado del puente están la mayoría de guesthouses y restaurantes para «falang» (como nos llaman a los extranjeros) y al otro lado está el pueblo pueblo. Desde ese puente te puedes pasar horas y horas mirando el paisaje, los hombres pescando con sus barquitas o un hermoso atardecer.

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Vistas desde el puente

Estuvimos una mañana entera paseando por el pueblo y observando, simplemente, las actividades cotidianas de la gente. Nos encontramos a una niña haciendo la colada, a un señor reparando una tele, a una señora lavándose el pelo con el agua que caía de la montaña… y lo que más nos gustó y que nos hizo reflexionar fue ver a la gente socializándose, sin teléfonos móviles. En el mundo de la tecnología en el que vivimos a veces es difícil incluso levantar la cabeza de la pantalla para saludar al vecino. Pero aquí, los hombres jugaban a la petanca, las mujeres hacían corrillo en la puerta de sus casas y los niños corrían, jugaban y se divertían en la calle.

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2. SUBIR AL MIRADOR

Al día siguiente subimos a la cima de una montaña donde hay un mirador desde el que se aprecia un bonito paisaje.

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Tardamos mas de una hora en subir y la subida fue bastante dura. Además los días anteriores había llovido y el terreno estaba un poco resbaladizo.

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Pero mereció totalmente la pena. Y, si no, juzgad vosotros mismos.

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Echarle un vistazo a este vídeo:

Para poder subir tuvimos que pagar 20.000 kips (2,3€) por persona. A la entrada vimos un cartel en el se advertía que no nos saliéramos del camino porque había bombas sin explotar por los alrededores.

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¿¡Bombas!? Pues sí… Resulta que durante los años 1964 y 1973, mientras Estados Unidos estaba en guerra con Vietnam, Laos salió bastante mal parado. EEUU quería cortar  las vías de suministro de Laos a Vietnam y evitar que otro país asiático se hiciera comunista. Para ello, bombardeó a Laos cada día durante 9 años convirtiéndolo en el país más bombardeado de la historia. En total, más de 2 millones de toneladas de bombas cayeron en territorio laosiano (media tonelada de explosivo por habitante!) y muchas de ellas no llegaron a explotar. Hoy en día, siguen muriendo personas a causa de una guerra en la que Laos, para más inri, era un país neutro.

DÓNDE DORMIMOS

Nos alojamos en la Sunrise Guesthouse. Las habitaciones son bungalows con baño privado y terraza con una hamaca y unas bonitas vistas. La cama era grande, con mosquitera y cómoda, pero no hemos pasado más frío en nuestra vida! Nos pillaron días bastante fríos y en los bungalows, al ser de madera y antiguos, el frío se colaba por todas las rendijas! El baño, además, era muy «rústico», por llamarlo de alguna manera. Por la habitación pagamos 50.000 kips (6 euros) por noche. El precio estaba muy bien y las vistas desde la terraza también. Pero si volviéramos a Nong Khiaw no repetiríamos.

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NUESTRAS IMPRESIONES

  • Cuando paseamos por el pueblo nos dimos cuenta de que el turismo se está empezando a notar. Al lado de las casitas de madera y bambú se estaban empezando a construir unas casazas de cemento que nada tienen que ver con las de sus vecinos!

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  • No siempre los restaurantes recomendados en Tripadvisor son los mejores. Donde mejor hemos comido aquí en Nong Khiaw ha sido en uno que está bastante alejado y del que no habíamos leído nada en ningún sitio. Se llama Mackara y está a 5 minutos andando pasada la entrada al mirador. Sirven comida local y tailandesa, está muy bien de precio y las porciones son enormes! Lo mejor el pancake estilo laosiano de sticky rice :p
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Restaurante Mackara

 

4 comentarios el “Nong Khiaw y sus paisajes de ensueño

  1. Que paséis una FELIZ NAVIDAD rodeados de tanta belleza. Sin duda es un regalo para los sentidos.
    Aunque estéis muy lejos, os tendremos muy pero que muy presentes. Un fuerte abrazo desde Utebo!
    Os queremos.

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