Kampot y Kep fueron nuestos últimos destinos en Camboya. Son dos ciudades pequeñitas cerca de la frontera con Vietnam. Son bastante tranquilas, sin mucho turismo y donde el tiempo pasa muy despacio. Aunque en ellas no hay mucho que hacer, tienen alguna cosilla que las hace interesantes.

KAMPOT

CÓMO LLEGAR 

Desde Sihanoukville cogimos una minivan que salía de la oficina de turismo (pasando el albergue «Utopía») a las 13.30 y tardamos 2 horas en llegar. Nos costó 5$ por persona, aunque seguramente si hubiéramos cogido un bus local desde la estación nos hubiera salido más barato.

QUÉ HICIMOS

1. PASEAR POR LA CIUDAD

La llegada a Kampot fue pasada por agua. Hacía tiempo que no veíamos llover se esa manera! Algunas de las calles quedaron totalmente inundadas e incluso en casas y negocios tuvieron que achicar agua. Pero los niños aprovecharon la oportunidad para pasárselo bien 🙂

Cuando dejó de llover dimos un paseo y nos encontramos con una ciudad muy tranquila, que agradecimos después del jaleo de Sihanoukville. En las calles se sigue notando la influencia francesa,  plasmada en las casitas de estilo colonial. El paseo a lo largo del río también es muy agradable y se pueden ver bonitos atardeceres.

Fue curioso ver cómo los camiones de la basura los cargan hasta los topes. No nos hubiera extrañado ver algún saco de éstos tirado en la carretera…

Mario dio una vuelta en moto por los alrededores y se encontró con un río lleno de nenúfares. Y, en medio, un invitado inesperado recogiendo frutas de loto 😉

El ambiente por las afueras es muy rural  y había algún animal de lo más curioso.

Y, además de  pasear y dejarse llevar por el ritmo pausado de la ciudad, poco más se puede hacer en Kampot…

2. EXCURSIÓN A LA ESTACIÓN DE BOKOR HILL

En las afueras de Kampot se encuentra la montaña de Bokor. Tras investigar si merecía más la pena contratar un tour o alquilar una moto, nos decidimos por la moto que salía más barato y siempre da más libertad.

Esta excursión nos resultó un tanto extraña. Nada más subir a la cima de la montaña nos encontramos con un resort enorme y feísimo rodeado de cientos de apartamentos igual de feos que, por el momento, están vacíos. También hay una nave enorme y un templo en construcción. Parecía una ciudad fantasma. Pero claro ¿quién narices se quiere alojar aquí arriba? No entendíamos nada.

Las vistas desde detrás, eso sí, eran preciosas.

Continuamos con la moto y nos encontramos con los edificios abandonados de los que habíamos oído hablar. Primero vimos una iglesia católica totalmente abandonada. Las paredes han adquirido un color anaranjado oxidado y por dentro está totalmente vacía, sólo queda un pequeño altar improvisado. La verdad es que tenía un aspecto un poco tétrico.

Detrás de la iglesia hay un mirador desde el que tiene que haber unas vistas impresionantes. Las nubes a nosotros no nos dejaron ver mucho pero, aún así, imponía.

Más adelante llegamos al antiguo hotel-casino, a la antigua residencia real y un par de edificios más, todos ellos abandonados y comidos por los hierbajos. ¿Pero qué pinta todo esto aquí arriba, en lo alto de una montaña? Sin duda, hay que conocer un poquito la historia que hay detrás para que no se te quede cara de póquer como nos pasó a nosotros…

Resulta que a principios del siglo XX los franceses colonos construyeron el hotel como lugar de vacaciones, para huir del calor y la insolubridad de Phnom Penh y Kampot. Para la construcción de la carretera hasta la cima, por cierto, cogieron a prisioneros camboyanos y murieron más de 900. También construyeron la iglesia, una oficina de correos y alguna cosilla más. Pero tras la primera guerra de Indochina en 1940 lo abandonaron. En los años 60 el hotel fue reabierto. El rey Sihanouk quería convertir la montaña en un atractivo turístico, el más grande después de los templos Angkor Wat. Pero no sólo no lo consiguió, sino que fue un fracaso total. En los 70 el hotel fue tomado por los jemeres rojos, que lo convirtieron en lugar estratégico. Cuando los vietnamitas irrumpieron en el país para acabar con los jemeres tenían precisamente como objetivo controlar el hotel, por lo que se atrincheraron en la iglesia. Cuando el gobierno de los jemeres rojo cayó, el hotel se abandonó y hasta ahora.

El resort que están construyendo ahora pretende volver a hacer la montaña el atractivo turístico que en su día fue. Dicen que a la tercera va la vencida ¿no? ¿Lo conseguirán?

DÓNDE DORMIMOS

En Kampot escogimos la guesthouse White Pigeon por 8$ la noche. Muy nueva, con una habitación muy chula y ventilador.

KEP

CÓMO LLEGAR

En lugar de ir en autobús, decidimos coger un tour que por 5$ nos enseñaba unas cuantas cosas por el camino. Creemos que fue un acierto. Para hacer el tour nos vino a buscar un tuk tuk a nosotros dos, un chico inglés y una mujer francesa. Sí, 4 en un tuktuk más las mochilas, muy cómodos no es que fuéramos…

QUÉ HICIMOS

1. CAMPOS DE SAL

Aquí traen el agua del mar, la depositan en diferentes campos y después de una semana, cuando el agua se ha evaporado, recogen la sal.

2. PUEBLO DE PESCADORES

Un pueblito pequeño de una comunidad musulmana a la que se les llama Cham.

3. CUEVA

Una cueva pequeña con murciélagos, una estatua de Buda y una piedra con forma de cabeza de elefante.

4. LAGO SECRETO

Tiene este nombre porque se encuentra escondido entre montañas. Es un lugar muy bonito. En general, todo el recorrido es bonito, lleno de palmeras y poblados locales rodeados de animales.

5. PLANTACIONES DE PIMIENTA

Dicen que la pimienta de este lugar es la mejor del mundo y se la cotizan en los mejores restaurantes de París. Aquí hemos podido ver (y saborear) la diferencia entre la pimienta negra, verde, roja y blanca.

Sin duda, esta parte de la excursión fue la más divertida. Cuando ya nos dirigíamos hacia Kep al tuktuk se le partió literalmente una rueda!

Intentamos hacer autostop a todo lo que se movía para poder continuar pero no hubo manera…

Finalmente paró un coche, en el que iba una familia de 6 personas, y nos metieron a los 4 más las mochilas en el maletero. En total 10 personas! Casi nos morimos de la risa.

6. MERCADO DE CANGREJOS

Un mercado muy curioso. Las mujeres están allí pescando cangrejos y los puedes comprar para que te los cocinen en el momento. Aunque lo mejor, sin ninguna duda, es comerlos en un restaurante porque te los cocinan con una salsa de pimienta que está para morirse!

Y Kep ya no tiene mucho más… Dimos un paseo pero está todo tan esparcido que es difícil ir andando a todos los sitios. Así que un día en la ciudad nos pareció suficiente.

DÓNDE DORMIMOS

La guesthouse donde nos alojamos se llama Visalsak. Está un poco alejada del mercado pero con un paseito o en tuktuk se llega fácilmente. Nos costó 6$ la noche y la habitación estaba bastante bien.

NUESTRAS IMPRESIONES

• Kampot y Kep son dos ciudades en las que merece la pena parar si se tiene tiempo o si se va de camino a Vietnam por tierra. Si no, creemos que quizás se pueden obviar.
• Si váis a Kampot no podéis iros sin probar la pimienta y si váis a Kep sin probar los cangrejos. Están buenísimos!