La gente que viaja hasta Camboya es posiblemente porque va a visitar Angkor Wat y, como ya os adelantamos en el anterior post, nosotros no íbamos a ser menos.
Angkor Wat significa, literalmente, ciudad de templos. Así que, como su propio nombre indica, es un complejo de templos que representan la grandiosidad del imperio Khmer, un imperio que dominó el sudeste asiático desde Myanmar hasta las costas de Vietnam y Malasia durante los siglos IX y XIII. Angkor Wat fue la capital del imperio y se convirtió en la construcción religiosa más grande del mundo. Pero, a pesar de su grandeza, el imperio entró en decadencia y la ciudad fue abandonada en 1420. El recinto quedó oculto por la selva hasta que, a finales siglo XVI, un francés lo descubrió y lo dio a conocer. En 1995 fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
CÓMO VISITAMOS NOSOTROS ANGKOR WAT
Angkor Wat es un recinto enorme situado como a 8-9 km de Siem Reap. Para ir se puede hacer de tres formas: tuktuk, moto o bici. ¿Qué opción elegimos nosotros? Pues claro! La bici que era la más barata! (1$) Y eso que sabíamos que iba a ser duro, y vaya que si lo fue!
Queríamos ir a ver el amanecer allí pero para eso había que levantarse a las 4 de la mañana y se nos pegaron las sábanas… así que nos quedamos sin verlo y nos levantamos a las 6.30 que tampoco está tan mal! A las 7.30 estábamos ya pedaleando hacia el recinto y para nuestra sorpresa el camino estaba mejor de lo esperado: carretera bien asfaltada, terreno llano y sombra durante todo el trayecto. A mitad de camino nos encontramos ya con la taquilla donde había que comprar la entrada. Hay tres opciones de entrada: 1 día (20$), 3 días (40$) y 7 días (60$). Son entradas totalmente personales e intrasferibles, te hacen hasta una foto, y las piden en todos los templos. Nosotros compramos la entrada de un día, creímos que con un día era suficiente para ver lo principal.
Seguimos pedaleando y llegamos a una intersección: la izquierda te dirigía hacia el templo Angkor Wat y la derecha hacia Ta Prohm. La gente normlamente inicia su recorrido en Angkor Wat que es el templo principal. Sin embargo, nosotros decidimos hacerlo al revés porque habíamos leído que la mejor hora para visitarlo era justo antes del atardecer, que es cuando se ve un mejor reflejo del templo en el agua. Así que nuestro recorrido fue el que se vé en la línea roja en la foto de debajo:
1. TA PROHM
Este templo se ha hecho famoso porque aquí se rodó alguna escena de la película de Tomb Raider. Estuvimos allí dentro más de una hora, observando su magnitud y la belleza de cada recoveco. Lo más característico es que los árboles gigantes se han adueñado del recinto y las raíces cubren parte de las ruinas.
2. TA KEO
Pedaleando bajo un sol justiciero llegamos a Ta Keo. Pilar iba ya con la lengua fuera y cuando vió semejantes escaleras que nos esperaban para subir le entraron unos sudores que se tuvo que quedar a mitad de camino. Mario sí que se atrevió. Lo bueno fue que llegamos al templo sobre las 12 y estaba vacío, así que lo pudimos ver tranquilamente. A la bajada comimos en uno de los restaurantes que había. Fue muy gracioso porque los precios no bajaban de los 5$ y les dijimos que era muy caro y enseguida nos los bajaron a 3$!
3. RECINTO ANGKOR THOM
Cuando llegamos a la Victory Gate, la puerta de entrada, y vimos su majestuosidad ya nos hicimos una idea de lo que nos esperaba allí dentro.
Es un recinto enorme, de unos 12 km2 (de hecho su nombre indica Gran ciudad) rodeado por un canal. En su día era una ciudad fortificada y el canal estaba lleno de cocodrilos.
Allí dentro vimos la terraza del rey leproso, en la que hay una estatua que se cree que representa a un rey que contuvo la lepra, la terraza de los elefantes, desde donde el rey veía los espectáculos y Baphuon, que se cree que fue uno de los templos más bonitos.
Sobre las 3 llegamos a Bayon, un templo que impresiona por las enormes caras esculpidas en piedra. En concreto tiene 54 torres decoradas con 216 caras.
Lo que también impresionaban eran la cantidad de monos que había alrededor!
4. ANGKOR WAT
Finalmente llegamos al templo Angkor Wat, la joya de las ruinas de Angkor. Es el templo mejor conservado y, según dicen, el edificio religioso más grande del mundo. Y, después de tanto correr con la bici, llegamos justo a tiempo para ver su bonito reflejo sobre el agua y guardar para siempre en nuestra retina esta bonita estampa.
NUESTRAS IMPRESIONES
- El recinto es enorme y hay gente que le dedica una semana entera. Nosotros en un día pudimos ver lo principal. Pero, al ir en bici, fuimos un poco «de culo» para llegar a Angkor Wat a la hora que queríamos.
- En bici se pueden visitar los templos perfectamente. El camino de ida y vuelta está muy bien asfaltado y señalizado. Eso sí, es una paliza. En total recorrimos unos 30 km y el problema fue que en las horas centrales del día hacía mucho calor y hubo algún momento en el que no teníamos energía para continuar. Pero nada que no se solucione con un buen trago de agua y algún snack 😉
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