Malasia no es un destino conocido por sus islas. La vecina Tailandia se lleva todos los méritos. Pero lo cierto es que las Islas Perhentian no tienen nada que envidiarle a las islas tailandesas. Se trata de un archipiélago situado en el extremo noreste del país, a unos 20km de tierra firme, y está formado por dos islas principales, Pulau Perhentian Kecil y Pulau Perhentian Besar. Nosotros nos decantamos por Kecil, ya que leímos que el alojamiento era más económico y había un poco más de vidilla. Y así, para resumir un poco nuestra estancia aquí, os decimos que disfrutamos de la vida marina más impresionante de todo nuestro viaje. Si te pica un poco el gusanillo ¡Sigue leyendo!

CÓMO LLEGAR

Nosotros veníamos de Penang, justo el otro extremo del país, así que primero cogimos un autobús nocturno que nos llevó a Kuala Besut (salió a las 20.30 de la zona de Komtar y llegó a las 5 de la mañana). Nos costó 53RM (11€) por persona. En Kuala Besut es de donde salen los barcos que te llevan a las islas. El barco cuesta 60RM (12,7€) por persona ida y vuelta, más 5RM (1,06€) que se paga para poder entrar al National Park que forman las islas.

QUÉ HACER

Lo mejor que se puede hacer aquí es recorrer todas sus playas, ponerse las gafas de bucear y disfrutar de las maravillas de la naturaleza!

1. CORAL BAY

Es una de las zonas principales donde te puedes alojar. Es tranquilito para alojarse y aquí es donde nos alojamos nosotros y donde nos dejó el barco. Y conforme nos íbamos acercando con el barco más nos parecía que la isla prometía.

A lo largo de la bahía hay varios alojamientos y restaurantes.

En esta playa no paramos mucho, solía haber barcos y no se estaba tan tranquilo como en otras playas de la isla donde puedes estar prácticamente solo. Pero la verdad es que tenía su encanto.

Esta playa también nos regaló unos atardeceres preciosos.

2. GOLDEN SAND BAY

Es una playa pequeñita a la derecha de Coral Bay. Solo coincidimos con una familia malaya, que por cierto, nos llamó la atención que se bañaban tapados de pies a cabeza.

Aquí nos hicimos un amiguete al que perseguimos por las rocas, mientras le hacíamos un reportaje fotográfico 😛

3. LONG BEACH

Está a 10 minutillos andando desde Coral Bay. Es la parte de la isla donde hay más ambiente y puedes encontrar bares con música por la noche. Tampoco os podemos hablar mucho sobre ella porque no es que pisáramos esta playa mucho.

Pasamos una mañana por ahí y había oleaje, muchos barcos y, además, estaban construyendo un hotel o algo y había bastante ruido y suciedad, así que no nos quedamos. La verdad que nos alegramos de no habernos alojado en esta zona.

4. D’LAGOON

Esta playa está al norte de la isla y para llegar, o bien se va en barco o bien se cruza el bosque andando. Nosotros fuimos un par de veces andando, el camino se coge en Long Beach y se tarda unos 45 minutos aproximadamente. Eso, si no te pierdes claro. Llega un momento que hay que desviarse a la derecha y es un poco complicado ver dónde está el desvío porque está señalizado con una botella y casi no se ve.

Una vez tomado el desvío, el camino está señalizado con cintas blancas y rojas pero nosotros el primer día no lo sabíamos y dimos bastantes vueltas por medio de la selva. Pero bueno, nada que no cure el buen sentido del humor. Y si no, mirad las fotos de abajo 😉

Cuando llegamos nos encontramos con una playa pequeñita en la que hay un pequeño resort con un restaurante.

Ésta fue la mejor playa, sin duda, para hacer snorkel.  El primer día que llegamos Mario se fue a bucear y yo me quedé en la orilla. Cuando levanté la vista y ví a Mario subido en una plataforma y gritando…¡¡un tiburón!! 😨Siii lo que leéis, un tiburón enorme merodeando por allí.  Pero tranquilos, era un tiburón de punta negra, que no son peligrosos, y es normal verlos por esta zona. Total que me vino a buscar y los dos valientes nos fuimos en busca del tiburón, pero sin éxito ninguno desfortunadamente (o afortunadamente? ) 🙂

Aquí conocimos a una pareja de españoles, ella pintora y él músico, enamorados del mar. Nos dijeron que aquí se podían ver muchas especies de peces y volvimos otro día. Y la verdad es que fue increíble. Al tiburón no lo volvimos a ver, pero vimos unas cuantas rayas y una familia entera de humphead parrot fish, unos peces enormes que usan la cabeza para romper el coral y después comerlo. La pareja que conocimos llevaban una GoPro y nos hicieron un vídeo. Aquí lo tenéis! Aprovechamos para daros las gracias!

4. ADAN & EVE

Está de camino a D’Lagoon, desvíandote del camino hacia la izquierda. Antes de llegar nos topamos con esta playa tampoco estaba nada mal pero no nos quedamos para que no se nos hiciera tarde.

Tras un ratito más andando llegamos a este paraíso terrenal. En cuanto la vimos comprendimos el por qué de su nombre.

Una playa totalmente solitaria, con un agua tan clara que no hacía falta ponerse las gafas, ibas andando y se veía perfectamente un coral precioso bajo nuestros pies.

Y allí estuvimos un buen rato relajándonos y escuchando el único sonido del mar y el canto de los pájaros.

Creemos que éste fue nuestro rinconcito preferido en la isla.

5. TURTLE BEACH

Está a 5 minutitos de D’Lagoon, también en el lado izquierdo de la isla. Está muy bien señalizado. Es otra playa solitaria igual que bonita que el resto. En ella debe ser bastante fácil ver tortugas e incluso tiburones, pero nosotros no vimos ninguno, aunque nos encontramos con esta pedazo de concha!

Es menos cómoda para estar que la anterior porque tiene mucha roca y coral muerto en la orilla. Además nos encontramos bastante basura. Es una pena que los propios locales no estén concienciados y sean ellos mismos los que ensucian los paraísos que tienen.

6. EXCURSIÓN DE SNORKEL

Al principio estábamos un poco reacios a hacer esta excursión pero la pareja española nos la recomendó. Y fue lo mejor que pudimos hacer. Y sí, de nuevo maldecimos por no haber tenido una cámara acuática! Así que, lamentablemente, no podemos mostraros ninguna imagen de nuestra excursión 😕

La primera parada fue en Coral Garden, donde vimos coral duro y blando precioso de todos los colores. Y mientras estábamos embobados mirando el coral vemos una boca abierta aparecer entre medio de dos rocas. ¿Pero eso qué es? Una morena enorme buscando comida! Empezaba bien la excursión!

Después llegamos a un punto en el que se veía una mancha negra al fondo del mar. Nuestro guía gritó «Tortugas!!» Y allí que nos tiramos todos. Había una tortuga enorme comiendo y de repente aparecen dos más. Una de ellas empezó a nadar hacia la superficie y Mario se puso a su lado. ¡Y era más larga que él!

La siguiente parada era la más esperada. Los tiburones. Nuestro guía nos dijo que había muchos barcos y que no nos aseguraba que aparecieran. Pero fue con un arpón a pescar un pez, empezó a desmenuzarlo y lentamente se acercó un tiburón, pequeño al parecer aunque a nosotros nos pareciera enorme, y comenzó a dar vueltas alrededor de nosotros con esa elegancia que los caracteriza. Nos despistamos un momento, miramos en frente y aparece un pez marrón, enorme y gordo y con una boca gigante que la abría y cerraba. En el momento no supimos identificarlo pero nos quedamos alucinados de ver aquel bicharraco. Después supimos que era un mero. Y cuando ya nos íbamos a ir se acerca lentamente un señor tiburón y comienza a danzar a nuestro alrededor, como en las películas. La verdad es que impone pero nos habían asegurado que no eran peligrosos. Pero claro no dejas de preguntarte ¿Y si…?

Después de semejante espectáculo hicimos una parada para comer en el Fisherman village, un pueblito pequeño y musulmán al que no se puede acceder en bikini o bañador por respeto a su cultura. La siguiente parada, en el faro, no fue tan espectacular porque había mucha  corriente y no se podía nadar.

Y ya, para poner el broche de oro a la excursión, paramos una horita en Romantic beach, muy paradisíaca y romántica, donde las parejas dejan corales atados de un árbol para demostrar su amor eterno, igual que en las grandes ciudades se hace con candados en los puentes.

Y después de lo que habíamos visto ese día, ya podíamos terminar nuestro viaje tranquilos porque sin duda fue otra de esas experiencias que no olvidaremos.

DÓNDE DORMIR

En la isla hay tres zonas principales para alojarse: Coral Bay, Long Beach y de D’lagoon. Nosotros nos alojamos en Coral Bay, en Fatimah bungalows, por 50RM (10,6€). Estaba bien, un bungalow amplio y baño decente.

NUESTRAS IMPRESIONES

• Creemos que si venís a Malasia, una visita a islas Perhentian es casi obligada. Sobre todo si os gusta la tranquilidad, las playas paradisíacas y bucear.
• La mejor zona de snorkel es D’Lagoon. Allí hay un resort con restaurante. Así que para los amantes del snorkel éste es el paraíso.
• La excursión de snorkel es 100% recomendable. La cogimos con la empresa Ombak en Coral Bay. Nos costó 40RM (8,5€) por persona y nuestros guía, Joe, fue genial. Es impresionante poder nadar rodeados de semejantes animales.
• En cuanto a sitio para comer os recomendamos Ewan’s Café. Comida muy buena y bien de precio, situado en el camino que va de Coral Bay a Long Beach.